
Álvaro Bilbao: Tres cosas acerca del cerebro de tus hijos que te van a ayudar a darle toda la confianza
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao apuesta por educar a nuestro hijo para que confíe en sí mismo, una capacidad que sin duda le ayudará a ir mejor por la vida. Y para conseguir este noble objetivo, Álvaro nos recuerda tres cosas. Primera, afirma que es un peligro contar mentirijillas a nuestros hijos para llevarlos por donde queremos, porque al hacerlo “se activa la ínsula, encargada, por ejemplo, de rechazar alimentos en mal estado”. Con este tipo de mentiras, “esa confianza se va desgastando”, así que, concluye, “mi recomendación es que no mientas a tus hijos”.
Otra de las cosas que nos cuenta Álvaro es que “cuando le damos mensajes negativos, esa información se graba a fuego en el hipocampo, donde almacenamos toda la información sobre nosotros y el mundo, como que si metes el dedo en agua hirviendo te vas a quemar”. Si le damos mensajes negativos, como que “nunca te esfuerzas demasiado”, “el cerebro almacena los mensajes negativos y los incorpora a su conocimiento sobre el mundo y sobre ellos mismos. Y no será capaz de meter el dedo en la tarea que es difícil, porque sabe que nunca se esfuerza lo suficiente”. Los mensajes negativos obligan a nuestro hijo a “actuar de acuerdo con lo que su cerebro dice que pasa en el mundo”, de modo que la recomendación de Álvaro es que demos muchos mensajes positivos y minimicemos los negativos.
Si queremos preparar a un niño para la vida, deberíamos tener mucho cuidado con sobreprotegerlo. Y así lo explica Álvaro, viajando de nuevo por el cerebro: “Cuando un niño se enfrenta a una situación difícil se van a activar dos estructuras cerebrales importantes: la amígdala (una alarma que indica situaciones de peligro) y la corteza prefrontal (que se activa cuando hay que afrontar un reto). Conviven el miedo y la valentía”. Pero, “cuando resuelves un problema por él, esa parte que afronta los peligros se desactiva y la única parte que queda activada es la amígdala. Le estás enseñando a tu hijo que él no es capaz y que ante una situación de peligro debe sentir miedo porque no ha entrenado la estructura del cerebro que le va a permitir afrontar las cosas con éxito”. Álvaro nos pide que no sobreprotejamos a nuestros hijos y que “si se equivocan no te preocupes porque de los errores va a aprender”.