“Mi hijo no me escucha”

Cientos de madres y padres posiblemente han realizado esta afirmación frente a una comunicación poco exitosa con sus hijos. Sin embargo, ¿será que realmente nuestros hijos no nos escuchan o el problema es que no nos obedecen como quisiéramos? Aunque son dos panoramas diferentes, la clave podría estar en buscar el tipo de comunicación más adecuada para conectarnos mejor.

Existen reglas básicas de comunicación que damos por sentadas en nuestra vida de adultos, dirigen nuestra manera de comunicarnos con los otros y de igual modo esperamos ser tratados de la misma forma. Así sucede con los gritos, los cuales representan eso tan indeseable para todos: lo que evitamos ofrecer y lo que no toleramos recibir bajo ninguna excusa, porque lo consideramos irrespetuoso y para nosotros no es algo negociable. Sencillamente es intolerable.

Sabemos pues las consecuencias que los gritos traen a cualquier relación de pareja o incluso laboral. Reconocemos el poder destructivo que traen consigo y el mal ambiente que genera entre ambas partes. Pero, a pesar de ser conscientes de todo esto, ¿Por qué insistimos en comunicamos con nuestros hijos de esta manera?

Realmente las razones son muchas y, aunque las hemos justificado durante generaciones, es importante iniciar un cambio. Por tal motivo, teniendo en cuenta que desde la Disciplina Positiva se promueve el lenguaje de la amabilidad y la firmeza, te brindaremos algunos tips que te ayudarán a saber cómo actuar o qué tipo de acciones es preferible evitar en los momentos de comunicación sí lo que deseas es conectarte realmente con tus hijos.

Ten en cuenta

Siempre estamos comunicando algo, así no tengamos la intención de hacerlo o no nos demos cuenta que lo estamos haciendo de un modo poco eficaz. Por lo tanto, ser más conscientes de nuestro lenguaje verbal y no verbal nos ayudará a controlar mejor el tipo de mensaje que emitimos.

En ese orden de ideas ¿Sabes cuál es el tipo de mensaje que le estás transmitiendo actualmente a tus hijos? Estás en este camino para descubrirlo.

Qué debes evitar

-Iniciemos por eliminar los gritos, las amenazas, los sermones, las críticas y etiquetas (llorón, despistado, vago, etc)

-Ahora, después de este primer paso, evita echarle la culpa, avergonzarlo(a), criticarlo(a)

-También evita estar a la defensiva, ser impositivo, sarcástico u ofensivo.

-No busques tener siempre la razón. Recuerda que no se trata de ganarle a tu hijo sino de llegar a acuerdos efectivos.

Tips para comunicarte de manera efectiva con tus hijos:

– Escúchalo atentamente y demuéstrale que sus pensamientos o sentimientos son realmente importantes para ti

– ¡Empatiza! Tú también fuiste niño. Intenta recordarlo y ponerte en sus zapatos. ¿Cómo veías todo a esa misma edad?

– Tu eres el adulto, por lo tanto estás en la capacidad de establecer expectativas claras, verificar que tu hijo las entienda y realizar negociaciones para llegar a acuerdos donde él se comprometa a cooperar (no solo obedecer). ¡Hazlo parte activa de la solución e involúcralo en las decisiones!

– Siempre habla desde lo positivo. Enfócate en decirles qué deben hacer en vez de qué no deben hacer ¡Esto los motivará a cooperar!

Efectivamente es solo un comienzo, pero con la práctica consciente de los anteriores puntos empezarás a ver un cambio en tu hogar, lograrán comunicarse de forma más efectiva y podrás sentir una mayor conexión con tus hijos.

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