Autocontrol en tus hijos

El Autocontrol en los Niños

¿Qué es el autocontrol?

Cuando reflexionamos sobre las consecuencias de nuestras decisiones y luego decidimos qué hacer o decir, estamos ejerciendo el autocontrol. Es una habilidad social clave que nos permite regular nuestro comportamiento, emociones e impulsos. El autocontrol es lo que nos detiene de hablar en el cine durante la película o decir de repente que no nos gusta el nuevo peinado de alguien.

Ejercemos el autocontrol durante las actividades diarias como al esperar el autobús o nuestro turno para hablar en una conversación. Quizá ni siquiera nos damos cuenta que lo estamos haciendo, pero todos se darían cuenta si no lo hiciéramos. Estaríamos empujando a todo el mundo para llegar al principio de la fila y hablaríamos sin parar. Nuestros actos parecerían impulsivos y desatentos. Nuestra conducta parecería extrema e inapropiada.

Para la mayoría de los niños el camino hacia el autocontrol comienza a temprana edad y continúa hasta los veinte años. A medida que crecen, serán más capaces de:

  • Esperar por las cosas que quieren sin hacer un berrinche
  • Anticipar lo que sucederá si dicen o no dicen, si hacen o no hacen algo
  • Manejar su enojo o frustración sin arrebatos emocionales
  • Evitar peleas
  • Ponerse una meta y hacer un plan paso a paso para lograrlo
  • Reflexionar cómo su conducta afecta a los demás y hacer cambios basados en esas reflexiones

Algunos niños con ciertas dificultades de aprendizaje y de atención tienen dificultad para controlar sus impulsos. No son impulsivos a propósito. Simplemente no han desarrollado la capacidad de controlar sus impulsos que los otros niños sí han desarrollado.

Cómo las dificultades con el autocontrol afectan la socialización

Hay tres tipos de dificultades con el autocontrol:  dificultad para controlar los impulsos, dificultad para controlar las emociones y dificultad para controlar el movimiento. Cada una de ellas puede afectar la vida social de su hijo de diferentes maneras.

Si su hijo tiene dificultad para controlar los impulsos puede que:

  • Interrumpa constantemente
  • Hable mucho
  • No espere su turno para hablar

Si su hijo tiene dificultad para controlar las emociones puede que:

  • Se frustre fácilmente y se dé por vencido rápidamente
  • Sea incapaz de tolerar correcciones o críticas
  • Tenga berrinches o crisis emocionales durante más tiempo que sus compañeros

Si su hijo tiene dificultad para controlar el movimiento puede que:

  • Sea demasiado activo o inquieto
  • Se retuerza o mueva sus manos y/o pies constantemente
  • Tenga problemas con las actividades que requieren permanecer sentado o callado
  • Tenga dificultad para esperar su turno
  • Interrumpa los juegos y las conversaciones

Si su hijo tiene dificultad para controlar los impulsos, dificultad para controlar las emociones y dificultad para controlar el movimiento, es posible que necesite ayuda adicional para aprender cómo hacerlo. Pruebe estos consejos para ayudarlo a detenerse a pensar, y luego regule sus propios comportamientos, emociones e impulsos.

Sea claro acerca de las expectativas

Algunos niños reaccionan mal cuando no saben qué esperar en una situación, o lo que se espera de ellos. Llene a su hijo con anticipación si necesita ser paciente o hacer algo que no quiere hacer: “Vamos a visitar a la abuela, y ella y yo hablaremos por un tiempo. ¿Por qué no traes algunas cosas para que no te aburras? “Mi amiga y sus hijos vienen de visita. Es posible que tengas que dejar que jueguen tus videojuegos, así que guarda los que sean especiales “.

Ayuda a identificar sentimientos

Si su hijo puede aprender a reconocer lo que siente, es posible que pueda recuperarse antes de tener un arrebato. Puedes ayudar diciéndole las palabras: “Muchacho, estabas realmente enojado cuando dije que no podrías tener dinero para la máquina de chicles”. “Pareciste triste cuando tu hermana dijo que eras muy pequeña para jugar con ella y sus amigos”. También puede ayudarla a aprender a usar un lenguaje que muestre autocontrol. Eso puede ayudarla a frenar el comportamiento impulsivo e irreflexivo. Considera enseñar: “¿Puedo tomar prestado eso?” “Está bien, puedo compartirlo contigo”. “Esperaré mi turno”. “Me gustaría ahora, pero esperaré hasta más tarde”.

Juegue al autocontrol

Para los niños pequeños, una de las mejores formas de aprender es a través del juego. En el camino hacia el baño o en el supermercado, haga que su hijo pare y comience diferentes acciones. Por ejemplo, haga que se congele cuando diga “¡Patata!”. Este tipo de juegos les enseña a los niños a detenerse a pensar antes de actuar, un elemento esencial para el autocontrol.

Tomar un Descanso

Cree un lugar tranquilo en casa donde su hijo pueda calmarse si ella está fuera de control. Puede ser una esquina llena de almohadas o cualquier lugar acogedor. Esto puede enseñarle que hay una manera, y un lugar especial a donde ir, de reunirse cuando las cosas se salgan de control.

Proporcione una recompensa relacionada

A los niños pequeños a menudo les va mejor en una tarea si obtienen una recompensa al final. En lugar de dar un juguete o golosina, ofrezca una “consecuencia” relacionada para mostrar autocontrol. Si deja de jugar para poner la mesa cuando lo pides, la recompensa podría ser elegir el postre.

Elogie a su hijo

Cuando vea a su hijo practicando el autocontrol, hágale saber. Este tipo de refuerzo positivo la ayudará a pensar en sí misma como una persona que puede controlar con éxito su comportamiento. Es posible que desee decir cosas como: “Me encanta cómo esperaste pacientemente tu turno”. “Esta es la tercera vez esta semana que no me interrumpes cuando estaba hablando por teléfono. Realmente aprecio que hayas esperado para hablar conmigo “.

Stella Velásquez - Master en Educación
Stella Velasquez

Early Childhood Retired Teacher
Master’s in Education
Master’s in Counseling- Individual Psychology
Counseling Adleriano

Educator & Certified Positive Discipline
Diplomado en Salud Mental Infantil

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